El agua se adapta en la piel, surcando, marcando, adaptándose y dejando su huella.
En cada persona impacta de manera diferente.
El agua cambia, ataca y cura a la vez y eso lo observamos al rozar con la piel, unas veces abraza suavemente el cuerpo y otras veces lo hiere, dejando una marca irreparable
Proyecto de Idea: Leonor Tarradas y Lucía Villalba
Proyecto de Idea: Leonor Tarradas y Lucía Villalba